La economía circular sintetiza su filosofía en verbos que comienzan por R, específicamente por el prefijo “Re”, que denota repetición, moverse hacia atrás, intensificación o también “oposición y resistencia”. Y es que, si analizamos cada uno de estos significados, nos damos cuenta de que son fundamentales a la hora de crear un nuevo modelo económico y finalmente cultural que nos ayude a extender el bienestar y la supervivencia de la especie humana en el planeta.
Uno de los aspectos clave de la economía circular tiene que ver con no desechar en lo posible los recursos que usamos, repetir su uso hasta más no poder. Bien sea a partir de la reutilización de los objetos en propósitos tradicionales o novedosos; el aprovechamiento de la materia prima para nuevos ciclos de producción (reciclaje); la reparación de un objeto para alargar su vida productiva, o la restauración de un producto o componente especial que permita elevar su calidad (re-manufacturación). Sin embargo, la repetición no debe referirse únicamente al uso de los materiales y recursos. Debemos también tener en cuenta que a partir de la repetición podemos lograr desarrollar mejores hábitos que contribuyan a lograr un cambio real.
Es claro que no podemos seguir avanzando con los modelos productivos actuales y pretender que los recursos son ilimitados y no habrá consecuencias gracias a la actividad extractiva constante, el uso desmedido de los recursos naturales y la generación indiscriminada de residuos. Necesitamos hacer un pare y movernos hacia atrás, para rediseñar y repensar no solo la cadena de valor y de producción de todos los objetos que usamos día a día, sino nuestro sistema de creencias, la forma en que nos relacionamos con el mundo, como concebimos la naturaleza y nuestras necesidades reales.
Nuestra sociedad necesita que intensifiquemos los esfuerzos para dar el giro que se requiere. Así, tenemos que ser conscientes… más bien re-conscientes, o mejor aún requete-conscientes de la huella que dejan nuestras acciones, así como de la responsabilidad que tenemos con la naturaleza, con generar entornos sostenibles, y de actuar en consecuencia.
¿A qué debemos oponernos y hacer resistencia entonces? A la inercia, al actuar con propósitos individuales que generan daños colectivos, a pensar solo en los beneficios económicos de corto plazo, a consumir sin considerar el origen de nuestra necesidad y de los productos que compramos, a mantener viejos esquemas que nos están llevando al colapso como humanidad.
Fuentes:
http://www.wikilengua.org/index.php/re-_(prefijo)
https://www.remanufacturing.fr/es/paginas/principios-remanufactura.html
https://isabelcaballero.com/las-7-r-de-la-economia-circular/#:~:text=1%20Repensar,se%20retroalimenta%20y%20se%20regenera.
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